miércoles, 31 de diciembre de 2008

Excursión de hora y media al corazón de Alicante

Es esta una excursión al alcance de todos los alicantinos y que, sin embargo, parece poco frecuentada. En el mismo corazón de Alicante, entre la línea del mar y los barrios de La Goteta, el Pla y Vistahermosa, contamos con la Serra Grossa, monte de 160 metros de altura, que nos ofrece un territorio natural en el que se nota muy poco la huella del hombre y en el que, en determinados lugares, prevalece el sonido de los pájaros sobre el tráfico que se percibe muy lejano.


La excursión la hemos realizado hoy, 31 de diciembre de 2008, con un clima que no acompañaba dado que el cielo estaba cubierto, y ello ha impedido gozar en todo su esplendor del espectacular paisaje que se divisa desde lo alto.

Aunque se puede acceder desde La Goteta y Vistahermosa, nuestra opción ha sido utilizar el acceso que hay tras "La Isleta" a la que se puede llegar con los autobuses 9, 21 y 22.

El trazado de la excursión es el que se recoge en el siguiente mapa:





Arrancamos desde la Calle de la Sierra de San Julian en torno a las 9:30 de la mañana y subimos por una empinada carretera en muy mal estado y necesitada de limpieza que cuenta, a su derecha con tres chalets; el más pequeño de ellos está abandonado (y, aparentemente "okupado"). Hacemos un giro en "u" para seguir subiendo y contemplamos una vista de la playa de la Albufereta.







Seguimos caminando y nos adentramos en la parte más alta de la Sierra, donde predomina el monte bajo, aunque se pueden ver también algunos pinos y cipreses. Hay conejos que hemos visto en otras ocasiones aunque en ésta sólo hemos podido ver sus "huellas".

Desde el extremo suroeste hay una vista del Castillo desde una perspectiva distinta de la habitual



La vista hacia el interior es impresionante a pesar de las nubes.

El descenso lo hemos hecho por un camino recayente al colegio de los jesuitas. En un determinando momento puedes optar por seguir por él hacia La Goteta o por girar casi 180º para llegar a la calle Teresa de Calcuta, que es lo que hemos hecho, y desde allí hasta la avenida de la Albufereta para regresar al punto de partida.










domingo, 1 de junio de 2008

Paseo "Urbano" en la Microrreserva del Cabo de las Huertas

Un espacio sobrado de vandalismo y necesitado de mantenimiento.

Después de varias semanas sin poder salir a causa de la lluvia, hoy hemos podido hacer una breve excursión a la microrreserva del Cabo de las Huertas, uno de los escasos territorios "vírgenes" que quedan en el término municipal de Alicante y que está situado al este del casco urbano de la ciudad, tal como se puede ver en el mapa siguiente:


Para llegar a la microrreserva, una de las opciones es acceder en coche por la Avenida de la Costa Blanca hasta la confluencia con la calle del Tridente y dejarlo aparcado en un parking al aire libre que hay en ese mismo punto. La opción de transporte público es la línea 22 bajando en la parada de la C/ Tridente - Urb. Villas Blancas.

El itinerario ha sido muy corto: sólo algo más de tres km., habiendo empleado sólo una hora en el trayecto que, aunque suave, aconseja llevar zapatillas deportivas.



La excursión permite algunas vistas de la tierra y del mar ausentes de edificaciones y transitar por zonas absolutamente vírgenes, con terreno dunar y maquia (matorral muy denso, frecuentemente espinoso y aromático típico del Mediterráneo). El itinerario discurre en parte por el trazado diseñado por la "Conselleria de Territori i Habitatge", en parte por senderos naturales y en parte por las rocas que constituyen la orilla del mar.

Por contra, además de la huella de antiguas canteras (¿romanas?), podemos encontrar la huella de nuestros vecinos de hoy no sólo a través de latas y plásticos abandonados, sino por algún colchón de grandes dimensiones. Además, la huella de los graffiteros no sólo es visible sobre los indicadores colocados por la Conselleria, sino sobre las propias rocas.
















El paraje necesita una urgente intervención no sólo para restarurar los senderos dañados por el arrastre de las recientes lluvias, sino para reponer las barandillas desaparecidas y para sacarlo de la sensación de abandono que propicia la actuación de los vándalos.

Al concluir la excursión visitamos el jardin que hay junto al aparcamiento donde se pueden ver las especies botánicas que nos encontramos en la microrreserva, acompañadas de indicadores para identificarlas.

Aunque no corresponde a la excursión de hoy, recojo aquí una espectacular imagen del Benacantil desde la microrreserva.

sábado, 3 de mayo de 2008

Excursión accidentada al Menejador

La de hoy ha sido una excursión accidentada. Uno de los excursionistas tuvo un percance y perdió, literalmente, sus botas a mitad de trayecto lo que dificultó la marcha del grupo y la alargó más allá de lo previsto.

La salida de la excursión se hizo desde el aparcamiento del centro comercial Venecia a las 9:15 de la mañana llegando al punto de encuentro con nuestros guías alcoyanos, Antonio y Herminio, en el aparcamiento del polideportivo de Alcoy poco después de las 10 de la mañana. Desde allí subimos en coche hasta la ermita de San Antonio a la que se accede por una carretera que sale a la izquierda poco después de empezar el ascenso en coche hacia la Font Roja.

Poco después de las diez y veinte de la mañana inicamos el trayecto hacia el menejador siguiendo la ruta que se indica en el mapa:


El trayecto está marcado parcialmente pero en realidad lo pudimos hacer gracias a nuestros guías y teniendo siempre como punto de referencia la imagen de la cima del Menejador, situado a 1.352 metros sobre el nivel del mar. La dificultad de la ruta es alta en algunos tramos, debiendo caminar sobre las rocas situadas en las "espina dorsal" del carrascal de la Font Roja. Parte del camino lo hicimos aprovechando una pista forestal y otra parte gracias a senderos marcados con pequeños montículos de piedras. Una vez llegado a una especie de planicie situada a unos 1.200 metros de altura y cuando se utiliza la pista forestal, hay que llevar cuidado de abandonarla en un punto en el que hay una especie de abrevadero con agua, tirando desde ese punto hacia la derecha y arriba.

No es recomendable hacer este trayecto sin ir acompañado de alguien que lo haya hecho previamente. No hay que olvidar tampoco llevar un calzado fuerte y que sujete bien el pie, así como pantalones largos para evitar los rasguños de los arbustos y agua y algo de comer para reponer fuerzas.

El grupo se dividió desde el principio en dos bloques, el primero llegó al Menejador a las 13:10 (es decir, dos horas y cincuenta minutos después de salir para un trayecto de 8,5 km.) y el segundo, debido al percance mencionado más arriba llegó pasadas las tres.

Por el camino disfrutamos de la vegetación del carrascal así como del canto de los pájaros, pero el único vertebrado que vimos fue una cabra.

Nuestro guía, Antonio, caminó más que nadie de nosotros ya que desde la cima del Menejador volvió hacia atrás para facilitar calzado de repuesto al compañero del percance.

Las vistas a lo largo de todo el trayecto han
sido espectaculares a pesar de que la ligera bruma que había hoy impedía alcanzar con la vista toda la distancia que se puede llegar a ver desde la montaña.

La excursión no sólo ofrece una impresionante vista de Alcoy sino la posibilidad de contemplar, desde el Menejador, simultáneamente Ibi, Castalla y (parcialmente) Onil.

Una vez reagrupados en la cima del Menejador, junto al observatorio instalado allí, el "accidentado" y acompañantes pudieron bajar en un vehículo autorizado hasta el "paratge de la Font Roja" donde teníamos prevista la comida.


El resto bajamos, en algo menos de media hora por el trayecto indicado en el siguiente mapa:


Para la hora de la comida estábamos hambrientos y sedientos, de modo que en primer lugar dimos cuenta de varias jarras de cerveza bien fría y posteriormente optamos por "incordiar" el mínimo imprescindible a los responsables del restaurante de la Font Roja ya que habíamos llegado con un retraso superior a la hora (afortunadamente los móviles nos permitieron advertirles de nuestro retraso). Así que decidimos tomar todos el menú degustación que ofrecen por 27 euros por persona y que consiste de unas entradas de embutido seco alcoyano (la morcilla, como siempre, lo mejor), tortitas de maíz con queso fresco y anchoas, pericana y bolets. Como plato principal pudimos elegir entre olleta de músico (alubias, morcilla, asadura y pencas), gazpacho de Mariola, arroz de sabater y arroz caldoso. Doy fe de que la olleta de músico ha sido excelente. Además de la cerveza bebimos agua y un Cabernet Sauvignon de Enrique Mendoza.
Para postre tomamos "Rosegons del Sr. Pepe" que se anunciaba como postre típico de la Venta del Pilar, acompañado del típico "herbero".

Tanto la ida desde Alicante como la vuelta la hicimos a través de la A-7 en algo menos de una hora gracias al escaso tráfico con que nos encontramos.

Direcciones de interés:

Restaurante Font Roja:
www.alicanteinterior.es/restaurantes/rest_alcoy_fontroja.html

Página acerca del Parque Natural de la Font Roja:
www.cma.gva.es/contenido_ParquesNaturales/montarparques.asp?nodo=2983&idioma=C


sábado, 19 de abril de 2008

Vall de Gallinera. 13 de abril de 2008

El viaje desde Alicante hasta el inicio de la excursión se hizo por la AP-7 hasta Oliva y, desde allí hasta la población de Benialí, que forma parte del municipio de Vall de Gallinera. La duración del trayecto fue de 1:34 horas.

La visita programada consistía en seguir el sendero de pequeño recorrido PR-CV 167 entre los núcleos de Benialí y Alpatró, regresando de nuevo a Benialí, para ir después en coche hasta Alcalá de la Jovada con el objeto de comer en el restaurante del Camping “La Vall”. Sin embargo, un despiste en La Carroja nos llevó por una vía equivocada y aunque recuperamos el trayecto correcto, no pudimos completar el camino previsto llegando tan sólo al inicio del barranco de la Vall de Gallinera.

El trayecto realizado finalmente fue Benialí-Benissivà-Benitaia-La Carroja, y regreso hasta Benialí.

El camino está señalizado razonablemente bien y nuestro despiste se debió a no estar lo suficientemente atentos a las señales que había en La Carroja allí donde está el lavadero: en lugar de adentrarnos en la Carroja, seguimos adelante por la carretera en la curva donde está el mesón “La Cueva”. El camino rural tiene continuidad en algunos puntos sobre la propia carretera CV-700 Por lo que es recomendable llevar cuidado y circular por la izquierda.

Partimos en la fuente dedicada a la Virgen de la Concepción (recuerdo de María Cortell en 1957) en Benialí y seguimos por un sendero situado a la derecha de la carretera en dirección oeste. Por las fechas en que realizamos la excursión ya apenas quedaba flor en los cerezos que se pueden ver en el camino y sus ramas comenzaban a estar repletas de cerezas, verdes la mayoría de ellas, aunque algunas empezaban a teñirse de rojo. Muchos naranjos mostraban, sin embargo, sus blancas flores de azahar.


A no más de un kilómetro llegamos a Benissivà, localidad que cuenta con un campanario de fines del siglo XIX y algunas casas restauradas con bastante gusto. Allí tomamos unos cafés en el bar “Placeta” situado junto a la carretera, donde nos indicaron que para seguir el sendero debíamos continuar durante un trecho por la propia carretera. Después de visitar Benitaia, que está justo al lado de Benissivà, seguimos el sendero hasta llegar a La Carroja, desde donde, por error, seguimos por la carreta para, volviendo sobre nuestros pasos, después adentrarnos en la localidad y seguir hacia el barranco de la Gallinera. La Carroja cuenta también con un campanario singular y casas bastante bien cuidadas.

Después de volver a Benialí (nueve kilómetros y 2:40 horas después de empezar) cogimos el coche para ir a comer al Camping La Vall, un trayecto de 9,2 km que hicimos en unos veinte minutos por una vía bien asfaltada pero muy estrecha y empinada que sale desde Benialí y sube hasta la Sierra de la Foradá con mucha rapidez y que ofrece una espléndida vista del valle (para los que no van conduciendo).

Si el sendero de la Vall de Gallinera fue agradable, la comida fue excelente. El tiempo permitió que comiéramos en la terraza del restaurante para que los fumadores pudieran mezclar los sabores de la comida con la aspiración de la nicotina, lo que debe ser algo tan bueno que en su generosidad quieren que compartamos los que no fumamos.

Lidia nos atendió muy bien y nos ofreció una carta que cuenta con una gran variedad de entrantes, una ensalada de la casa, pescados carnes y una oferta de dos platos “calientes”, aunque uno de ellos es por encargo.

Los nueve que éramos optamos para entrantes por el embutido seco del Comtat, el queso frito con mermelada de cebolla, los chipirones con habas baby, el hígado encebollado y los cardos en salsa de almendra. Pretendimos comer una pericana según la receta ortodoxa de Alcoy, pero Lidia lo desaconsejó porque el pimiento no estaba lo seco que mandan los cánones.

Como plato principal la mayoría optamos por el “blat picat” (olleta de trigo con garbanzos, cardo y carne de cerdo), aunque otros prefirieron las cocotxas de rape a la romana, el cordero al horno con escalivada y el entrecot gratinado con queso de cabra.

Para postre optamos por los brownies con chocolate caliente, calabazas asadas con miel de caña y el hojaldre de cabello de ángel y almendra.

Antes de sentarnos a la mesa tomamos unas cervezas con algo de picar y en la comida disfrutamos de un vino de la zona, “Penya Cadiella” que ya conocíamos y sabíamos que no nos defraudaría. El precio por persona, propina incluida, fue de 27 euros.

Estamos seguros de volver para probar lo que no pudimos: entre otras cosas la pericana y el arroz al horno que habrá que encargar.

El regreso hacia Alicante lo hicimos por un trayecto distinto: por Tollos, Benimassot, Gorga y Benilloba. Pretendimos bordear Alcoy, pero las obras de la autovía A-7 nos obligaron a pasar por la misma plaza del Ayuntamiento, donde ya está instalado el Castillo para las fiestas de Moros y Cristianos. El tiempo total del trayecto fue de una hora y cincuenta minutos.

Referencias y enlaces de interés:


Camping La vall

Camí Corral d’Adon s/n Alcalá de la Jovada. La Vall d’Alcalá. Tf. 96 551 43 33


Guía Senda Verde. Senderos de la Provincia de Alicante. Conselleria de Territori i Habitatge. Valencia, 2006. (pp.218-219)


http://www.viajarenfamilia.net/rutas.php?t=senderismo&p=4&id=92

sábado, 5 de abril de 2008

Primer tramo de la vía verde del Maigmó. 29 de marzo de 2008

El punto de salida de la excursión está en un camino que hay a la derecha nada más salir de la primera rotonda de la carretera de Agost a Novelda y que tiene un indicador de madera señalando que por el mismo se puede acceder a la vía verde. En el arranque de dicho camino hay a la izquierda una cerámica y a algo menos de trescientos metros, poco antes de una vivienda situada a la derecha, se puede dejar el coche en un ensanche (caben dos vehículos). Desde ese punto se puede optar por seguir por el camino hacia arriba y, al llegar junto a una balsa de riego (que está elevada) girar a la izquierda hasta acceder a la vía verde o bien salvando un terraplén, acceder desde el mismo lugar donde se deja el coche.

El itinerario ha consistido hoy en una subida en dirección al Maigmó de casi dos kilómetros y medio, volviendo sobre la propia vía verde más allá del punto de salida hasta la estación de Agost, para volver a la salida por la carretera provincial CV-826, que une la estación de Agost con la propia localidad. En total, ha sido un itinerario de casi quince kilómetros, en el que se ha tardado, con descanso incluido, casi cuatro horas.

El itinerario se aprecia en el mapa siguiente:



La vía verde está razonablemente bien cuidada y en sus márgenes hay árboles y arbustos regados mediante goteo: limoneros, higueras, moreras, palmeras, plantas aromáticas, etc. lo que hace más agradable el trayecto en un entorno bastante árido.


La ruta tiene una pendiente muy suave y está habilitada para su uso por caminantes, ciclistas y vehículos de vecinos autorizados, aunque en determinados tramos es compartida con vehículos a motor (el tráfico es, de todos modos, escaso).
La vía verde es cruzada por caminos y vías asfaltadas que, en determinados casos pueden significar un cierto riesgo para ciclistas que se excedan en su velocidad y los atraviesen sin las debidas precauciones. En nuestra salida fuimos testigos de una situación de riesgo para un grupo de ciclistas que bajaban por el camino a excesiva velocidad y estuvieron a punto de colisionar con un coche que atravesaba la vía. Por ello, una recomendación razonable es que se sea muy prudente en las intersecciones.
A 1,8 km del punto de inicio de la excursión hay un puente de hierro sobre la rambla del Derramador habilitado para los caminantes de la vía verde que estaba, sin embargo, cerrado, debiendo abandonar la ruta para utilizar una carretera asfaltada que atraviesa el lecho de la rambla.




Por la premura de tiempo y con intención de abreviar el regreso al punto de partida, optamos, en la estación de Agost, por utilizar la carretera provincial CV-826 en lugar de la vía verde. Opción nada recomendable ya que la vía en determinados puntos no tiene arcén y nos encontramos varios camiones de gran tonelaje, que circulaban a gran velocidad confiados en la ausencia de radares y de agentes de la Guardia Civil.

Enlaces de interés: http://www.viasverdes.com/